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El partido sólo tuvo un color, y ese fue el azulón local. Los de Bruno García dominaron el encuentro desde el primer minuto, donde ya marcaron las diferencias con un gol a la salida de un córner que se botaba desde la perpendicular derecha de la portería defendida por Arrivi. El saque, fuerte y a media altura, cruzó el área zamorana de parte a parte sin encontrar oposición ninguna ni en la cobertura del primer poste, ni en la zona más ancha del área por la defensa zamorana y, en un metro del segundo poste, Mimi empujaba el balón a la red.
Tan sólo cuatro minutos después llegaría el segundo mazazo para la expedición zamorana. Surgido también desde las botas de Mimi, esta vez fue un tiro exterior cruzado y raso que sorprendió a Arrivi. El portero del FS Zamora no estuvo muy afortunado en este lance, en el que parece que intentó blocar el balón a una sola mano haciendo pinza contra el suelo, favoreciendo así una salida de contra rápida para su equipo. Sin embargo, el balón acabó por introducirse con desgana en el marco visitante.
Con este resultado se llegó al descanso, por entonces, el FSZ no había incomodado a la defensa transportista en ninguna ocasión y los momentos de mayor presión sobre la portería de Toni fueron algunos tiros muy desajustados sin ninguna intención y en los no se requirió la participación del guardameta local.
El cinco inicial de ambos equipos sorprendió tanto a lucenses como zamoranos, especialmente a estos últimos. La alineación de Sergio y Contreras restó fluidez al juego zamorano que, si bien ganaba en seriedad defensiva con la incorporación del cierre obligó al equipo de Miguel Ángel Hernández a sufrir auténticas penurias para pasar el balón con mínimo provecho a la parte de cancha de Ázkar.
La segunda parte, más de lo mismo.
Tras el paso por vestuarios el Ázkar volvió a jugar su rol. Calcando la salida en tromba de los primeros minutos del partido. Así, en el minuto 2 un error de Israel como último propicio el gol de Miguel a pase de DeBail, previo robo de éste sobre el ala-cierre portugués.
El cuarto llegaría ocho minutos más tarde, de gran belleza plástica aunque con la fortuna entre sus principales ingredientes. Adri busca un tiro sin muchas opciones desde la banda derecha que, tras golpear en Israel que salía al cruce gana altura y, describiendo una parábola, se introduce por la escuadra contraria de la portería zamorana, entonces defendida por Gus. Ante esta situación, el técnico zamorano propuso portero-jugador, utilizando para ello a Pipe. Tardó en dar sus frutos, pues en un tiro leve de los zamoranos sin problemas para Toni este, de portería a portería, consigue anotar 5-0 y último de los lucenses.
Tras este nuevo jarro de agua fría, Pipe cambió su elástica de portero-jugador con Israel y acabó por anotar los dos goles zamoranos que cerrarían (y maquillarían más o menos) el resultado justo de un partido bochornoso. El primero de sus tanto al segundo poste, con el pecho. El otro, con la colaboración de un desafortunado Toni.
Gus y Toni, cara y cruz.
Declaraba Miguel Ángel Hernández a La Opinión de Zamora que los protagonistas del encuentro habían sido los tres porteros: Arrivi y Gus por el FSZ y Toni por el Ázkar. Es una declaración un tanto confusa. Mientras que Arrivi estuvo "correcto" si bien es cierto que en el primer gol pudo hacer algo más y en el segundo que recibió no estuvo del todo afortunado. Hubo otra ocasión franca en la que el equipo local le puso a prueba. Contra que monta Matamoros y Justo le sale a dar caza. Por desgracia, el pase del pívot madrileño se cuela entre las piernas del talaverano en dirección a la frontal del área donde encuentra rematador. Violento y certero disparo que el palo izquierdo de la portería de Arrivi, finalmente, rechaza.
Gus fue el mejor jugador del bando visitante. Puso en pie al pabellón en diversas ocasiones. Primero con una hermosa estirada para sacar un balón de Thiago DeBail que buscaba su cruceta izquierda en una bolea a la salida de un córner bombeado. Poco después, con una intervención en inferioridad númerica y en sus sucesivos tres rechazos (estando el portero en el suelo) que evidenció una defensa estática y los dones sobrenaturales del portero Gus. Entre los dos porteros zamoranos recibieron casi 40 disparos de los lucenses por 4 -a lo sumo 5- de los que ejecutó el Arcebansa Chint Zamora en los 40 minutos.
En la otra meta, Toni ocupaba el puesto que había dejado Óscar Iglesias tras lesionarse la semana anterior en un entrenamiento. Si la pasada semana leíamos las bondades de la estrategia y el scouting zamorano, ante Ázkar éstas brillaron por su ausencia. Prueba de ella, el balance de disparos a puerta de uno y otro equipo donde, el FSZ tuvo que esperar hasta el minuto 30 para probar al portero gallego. Un portero que mostró sus limitaciones en cuanto el estrés del portero-jugador propició algo de presencia zamorana sobre el último cuarto de cancha azul. Pese a anotar un gol de portería a portería, mostró un control muy deficitario del balón con los pies en diversos controles sin presión alguna y en las cesiones que le enviaron sus compañeros cuando encontraban resistencia para jugar el balón. Cometió el "error infantil" del partido cuando, en un saque de portería, sobrepasó, la frontera del área claramente. Tampoco estuvo ágil en el segundo gol, en el que un balón inocente de Pipe se introdujo entre sus piernas cuando ya lo tenía acunado contra su pecho al no bajar la rodilla y doblar la espalda. Sin duda, un portero para montar una férrea defensa ante él o, en su defecto, jugar contra un equipo sin ideas ni disparo como el FS Zamora del pasado sábado que tuvo en Toni, su mejor aliado para haberse llevado algo positivo del Municipal de Lugo. "Disparar y disparar". Esa debía haber sido la consigna en un partido en el que se sabía que la portería de Ázkar iba a estar cubierta por el portero suplente de los de O Ceao, cuyas últimas participaciones en Liga fueron tras la expulsión de Ó. Iglesias ante Ínter y ante ElPozo Murcia. Por lo tanto, no fue una noticia sobrevenida o circunstancial sino que ya se sabía quién iba a jugar y cómo acostumbraba a hacerlo. Craso error de la dirección técnica zamorana a todas luces.
Matamoros, pieza clave en Ázkar.
Durante todo el partido fue el jugador referencia de ÁzkarLugo y, sin contar con el portero, posiblemente el que más minutos atesoró sobre la cancha. Realizó un gran desgaste en las salidas de balón de los zamoranos.
Los nuevos fichajes, a la sombra.
Tanto en los unos como en los otros las nuevas caras no brillaron en demasía. Si bien Rogério y Justo Cáceres estuvieron mejor ante Carnicer la pasada jornada; Juanpe y Beto corrieron la misma suerte en filas transportistas. Si acaso, Thiago DeBail demostró estar bastante más enchufado.
Beto volvió a mostrar sus cartas en el fútsal. Gran corpulencia y marrullero "juego de manos" con la conveniencia arbitral. Intentó alguna floritura inútil ante una defensa zamorana poco inspirada que se dejaba hacer pero no tuvo fortuna y sólo arrancó los aplausos de su parroquia más leal. Flojo, por suerte para los intereses zamoranos que no supieron aprovechar las sensibles ausencias de Renatinho y Ó. Iglesias cuando ellos contaban con todos los jugadores para el partido.
Una de cal y otra de arena.
Tras la victoria épica ante el Carnicer Torrejón, el FSZ firmó un partido deplorable en el Municipal de Lugo en el que recordó a aquel equipo a merced del Lobelle. Sin lugar a dudas, uno de los peores partidos en cuanto a movimiento de balón y en la faceta atacante. Primera derrota "a la vieja usanza" con los fichajes de invierno que esperemos, no se contagien del "virus loser" que afectó a nuestra plantilla en los últimos partidos de la ida. En una jornada crucial, donde Pinto ganó a Cartagena en La Bombonera, Santa Coloma cayó ante Xota Navarra y Benicarló derrotó a Playas a domicilio. El equipo vuelve a puestos de descenso.
